El RACC cuestiona el uso de camiones de hasta 60 toneladas
La posible modificación del Reglamento General de Vehículos que permitiría la circulación por la red viaria española de camiones de masa máxima de 60 toneladas sigue generando debate. En este caso ha sido el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) quien ha solicitado la suspensión del proyecto mientras no se haya realizado una prueba piloto en determinados tramos de la red de carreteras (tal como ya se está haciendo en diferentes Estados miembros) y hasta que no se evalúe su impacto en términos de coste-beneficio.
En concreto, el RACC propone una evaluación previa que permita conocer en qué medida se consiguen los objetivos planteados referentes a ahorro energético, disminución de emisiones y menores costes en la actividad del transporte. A juicio del club de automovilistas, el estudio previo también permitiría valorar parámetros tan importantes como los referidos a la seguridad vial -entre otros aspectos se sabrá cómo se comportan los dispositivos de seguridad activa- o de qué forma influye en las infraestructuras. Previsiblemente, según el RACC, esté tipo de vehículos producirá un mayor deterioro de las carreteras.
Por otro lado, el RACC considera que antes de permitir las 60 toneladas, es necesario tener presente una serie de aspectos técnicos clave. Así, se deberá realizar la conversión de vehículos que no han sido fabricados específicamente para cargas de hasta 60 toneladas. Una conversión que deberá estar sujeta a rígidos requisitos técnicos y controles previos a la autorización.
Es fundamental, además, que toda circulación prevista de este tipo de vehículos debería restringirse únicamente a vías de alta capacidad, excluyendo vías urbanas y secundarias de sus itinerarios. El RACC considera que se deberían limitar también los horarios de circulación para evitar que estos vehículos coincidan con volúmenes altos de tráfico (por ejemplo: operaciones salida / retorno).
El Club establece otras dos reglas técnicas que deberán tenerse en cuenta. Por un lado, se deberá proporcionar una señalización viaria específica para estos vehículos previamente a la autorización de circulación. Por otro, es necesario que se referencie la autorización que pueden obtener vehículos de grandes dimensiones de otros Estados miembros.
Apoyo al transporte ferroviario
En su análisis y posterior petición, el RACC hace una firme apuesta por el transporte ferroviario de mercancías, al considerar que “optimiza de forma notable los costes de transporte sin afectar la circulación de las carreteras y permite una menor emisión de contaminantes producidos por la movilidad motoriza”, puntualiza.
Para el RACC, autorizar una mayor carga logística por vehículos en carretera (camiones de 25,25 metros de longitud y 4,5 metros de altura) puede tener un impacto negativo en el transporte ferroviario de mercancías que se concibe como una alternativa al transporte logístico por carretera.
El Club asegura que lo más adecuado sería seguir las directrices europeas que inciden en el traspaso logístico hacia el ferrocarril tal como ya están haciendo países como Alemania, Reino Unido, Italia y Dinamarca, “países todos ellos que han incrementado las correspondientes tasas de transporte ferroviario de mercancías entre 2002 y 2012”.