El transporte de mercancías peligrosas no es ajeno a la crisis
La crisis ha llegado también al transporte de mercancías peligrosas. La mala situación que ha experimentado el sector durante los últimos años no ha pasado de largo por una de las especialidades de transporte más potentes y que, hasta ahora, mejor había superado las crisis.
Lo acontecido durante el 2014 evidencia que el producto estrella que transportan este tipo de vehículos, los derivados del petróleo, han reducido notablemente su consumo, motivando que tras experimentar crecimientos anuales de alrededor del 6%, durante los ejercicios 2009-2011 su actividad haya caído un 3,2%, alcanzando la facturación de 900 millones de euros. La cifra, como refleja el informe publicado recientemente por la consultora DBK, es si cabe aún más grave si tenemos en cuenta que ya en el 2003 se había producido un descenso de la actividad global cercano al 11%.
Mejor el 2015
Afortunadamente el estudio también ofrece datos para el optimismo. Según DBK, el volumen de negocio se incrementará a corto plazo, fruto del moderado crecimiento de la demanda. En concreto, el informe asegura que el ejercicio 2015 crecerá un 3%, unos 930 millones de euros. En cuanto al volumen de carga transportada durante el 2014, ésta superó los 10.600 millones de toneladas-kilómetro. De ellas, el 80% corresponde a transporte nacional, mientras que el 20% responde fue en la modalidad de transporte internacional.
Los líquidos inflamables son el producto que más se transporta en ADR, representando cerca de la mitad del volumen total. El otro producto más transportado son las materias corrosivas, con el 16% del total. Por último, los gases constituyen el 13% del total de las mercancías peligrosas transportadas durante el 2014.
Por lo que se refiere al número y tipo de empresas que realizan esta modalidad de transporte, el informe refleja grandes diferencias con el conjunto del sector del transporte de mercancías por carretera nacional. Sin duda, la más destacada sea el hecho de que es un sector muy poco atomizado, ya que las cinco primeras empresas nacionales reúnen el 15% del mercado, mientras que las diez primeras concentran otro 20%. En total, a finales de 2013, existían 8.000 empresas autorizadas.