Las constantes modificaciones del ADR encarecen el circuito logístico
El nuevo reglamento europeo para el transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera (ADR 2013) es de obligado cumplimiento desde el pasado 1 de julio. Su modificación cada dos años, a veces en aspectos importantes para el día a día de sus implicados, merece una reflexión por parte de empresas transportistas, cargadores y expedidores. Y es que sorprende que ninguno de los afectados directos, ni de sus asociaciones empresariales, levante la voz ante las comisiones europeas para romper una lanza acerca del exceso que supone para la industria regir su transporte por reglamentos sometidos a cambios con una frecuencia tan elevada.
En aras de dos conceptos que todos decimos defender, como la seguridad y la adecuación a los cambios tecnológicos, el resultado son variaciones administrativistas con efectos colaterales importantes en el encarecimiento del circuito logístico del ADR. Piénsese como ejemplo que muchas de las modificaciones obligan a medianos y grandes expedidores a una variación y/o ampliación de sus sistemas informáticos prácticamente en continuo y eso tiene un coste que nunca es baladí.
Acaso les cueste darse cuenta de que la industria se viene rigiendo por reglamentos que en general son de más larga duración y con muchas menos modificaciones de contenido y nunca con esa corta frecuencia. Piénsese en legislaciones colaterales a la seguridad en el transporte, como pueden ser las legislaciones de etiquetado de uso y seguridad de producto, que ahora está siendo modificada por el REACH/GHA/CLP después de una etapa de más de 20 años con escasas variaciones; o piénsese en la legislación de almacenamiento de productos peligrosos, cuyas bases se sentaron en los años 80 y que han sufrido alguna ampliación pero pequeños cambios en lo fundamental aun después de 30 años de vigencia.
Parece en definitiva que los aires de indignación que recorren otros sectores de la sociedad no llegan a los gestores de la industria y del transporte. Parece que les cuesta valorar que muchas de las modificaciones pueden tener repercusiones inmediatas en el día a día, consiguiendo un encarecimiento importante de todo el circuito logístico del transporte.
Antonio Sánchez, Consejero de Seguridad ADR/RID