Las trabas a la carretera incrementan el uso del transporte marítimo de corta distancia
Los últimos datos estadísticos sobre el sector del transporte de mercancías por carretera están evidenciando una realidad que no siempre es muy conocida: la que asegura que el transporte marítimo de corta distancia está logrando “calar” entre el sector español, que ha comenzado a subir sus camiones al barco.
Las palabras de Ovidio de la Roza, presidente de CETM y del Comité Nacional del Transporte por Carretera, han sido muy claras a la hora de hablar del futuro: “las medidas proteccionistas y las trabas con nuevos impuestos y restricciones, implantadas en algunos países de la UE, han conseguido que en el último año el transporte marítimo de corta distancia se incremente un 4%”.
La declaración servía para iniciar la jornada profesional celebrada en la sede de CETM de Madrid, por parte de SPC Spain, Asociación Española de Promoción del Transporte Marítimo de Corta Distancia, sobre “El transporte marítimo de corta distancia y su aportación a la competitividad del sector del transporte de mercancías por carretera”.
Lo expuesto por De la Roza sería confirmado por el director de Relaciones con la UE de la propia confederación, José María Quijano, quien explicaba las circunstancias, medidas unilaterales y legislativas de algunos países de la UE que “están acercando el camión al barco. Para muchos transportistas huir de la euroviñeta, el salario mínimo o la prohibición del descanso semanal en la cabina, son motivos más que suficientes para buscar otra forma de cumplir con sus clientes, apostando por una solución que les beneficia económicamente y les ayuda a reducir la contaminación y la congestión de las infraestructuras”.
Implantar bonificaciones
Así las cosas, quizás haya llegado el momento de implantar algún tipo de subvención que anime, y ayude, a que los transportistas españoles apuesten por esta modalidad de transporte. Una idea apoyada por Manuel Carlier, presidente de la SPC Spain, tras confirmar el incremento de los transportistas que apuestan por este modo de transporte, “en España, 500.000 transportistas subieron sus vehículos al barco en el año 2016”, aseguró que sería necesario establecer un sistema de subvenciones para que “esa tendencia vaya más y más transportistas por el short sea shiping (SSS)”.
Carlier apuesta por implantar el llamado ecobono, “un sistema similar al que ya tienen en Italia y que en el caso de España contaría con el beneplácito de todos los actores, cargadores, transportistas, pero también navieras. Sería muy importante, de hecho, que el trabajo que está realizando Fomento, con el apoyo de Portugal, Italia y Francia, de sacar adelante un proyecto en el que se establezcan las bases de un “posible” ecobono para el conjunto de la UE”.
Rentable, eficaz y respetuoso
Lo apuntado por Carlier, en el sentido de que cargadores, transportistas y navieros apuestan por esta modalidad de transporte, se confirmaría con las intervenciones de la jornada del resto de los participantes en la misma.
El presidente de honor de AEUTRANSMER, Manuel Fernández Rouco, aseguraría que a los cargadores les interesa un servicio de transporte que “tenga una buena oferta de servicios y que permita comercializar los productos a precios competitivos. Desde ese punto de vista, a tenor de las penalizaciones que tiene ahora el transporte por carretera en Europa, el SSS es una buena solución y además, permite descongestionar la vías, aumentando la seguridad de las infraestructuras y reduciendo la contaminación”.
En parecidos términos sería lo expuesto por Francisco Aranda, secretario general de UNO, también destacaría las posibilidades del SSS como alternativa “a un transporte por carretera cada día más penalizado. Apostar por el SSS implica hacerlo directamente por la intermodalidad, por una auténtica solución logística, muy interesante y completa, en colaboración con otros modos de transporte. Por otro lado, la falta de desarrollo del ferrocarril en España es un elemento más que ayudará al desarrollo de este modo de transporte”.