El combustible supone el 29% de los costes de explotación
Pocos temas han sido tan controvertidos, durante las relaciones de transportistas y cargadores, que el precio del combustible. Mejor dicho, el incremento automático de las tarifas que cobran las empresas de transporte cuando esté se incrementa.
Y es que cada vez que se incrementa el precio del combustible –no olvidemos que supone el 29% del total de los costes de explotación que abona una empresa de transporte de mercancías por carretera–, la supervivencia o, al menos, su competitividad desciende “en picado”.
No es de extrañar, por tanto, la alarma que se ha producido en el sector una vez, tras meses de bajadas, que éste ha comenzado a subir de forma constante, y continúa, a lo largo del último mes. De hecho, el pasado 27 de mayo los carburantes de automoción más consumidos en España, gasolina 95 y diésel, establecieron sus máximos anuales en España tras subir alrededor de un 2% durante la última semana, asegura el Boletín Petrolero de la Unión Europea. En realidad, el precio del gasóleo subió aún más, concretamente un 2,48%; hasta un precio medio de venta en las estaciones de servicio de 1,032 euros por litro.
Pero si lo sucedido durante la tercera semana de mayo ha sido preocupante, la situación aún lo es más si tenemos en cuenta que el incremento del precio del gasóleo ha sido de un 4,67% en el último mes.
Los datos del boletín reflejan que en el acumulado del año la subida del precio del diésel ha sido del 2,58%, mientras que frente a las mismas fechas del año pasado el diésel es un 14% más económico, un dato que permite cierto optimismo en el sector que, sin embargo, no deja de mirar con recelo los últimos incrementos que supondrán el fin de una época dorada en lo que se refiere a los precios del combustible.
La AOP
Pero puestos a analizar los precios del combustible no podemos dejar de lado el del barril del petróleo, que curiosamente mientras subían los precios de los carburantes en España, éste mantenía en mínimos anuales (cercano a los 30 dólares). Una pregunta que responde la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP) analizando a su manera los datos.
Así, según sus datos, en ese periodo el crudo ha subido un 70% mientras que el diésel lo ha hecho un 12% (la gasolina un 10%). Una diferencia, matiza la AOP, que “se debe en primer lugar a que los precios de los carburantes dependen de las cotizaciones en los mercados al por mayor, no con la cotización del Brent”.
En segundo lugar porque el coste de los carburantes representa solo una parte del precio, actualmente el 32% y el 30%, “el resto son impuestos y costes de distribución y de comercialización, que casi no varía. De hecho, no podemos olvidar que cada 50 euros que gastamos en combustible, 29 euros son de impuestos. El coste de la materia prima es de sólo 12 euros”, puntualizan desde AOP.