Grúas Andalucía y la realidad del sector de auxilio en carretera
Para las operaciones de arrastre de camiones o autocares pesados averiados o accidentados existen compañías de grúas especializadas en este tipo de vehículos. Infotransport ha querido pulsar la opinión de una de estas empresas y ha elegido a la compañía Grúas Andalucía, con el fin de conocer mejor las peculiaridades de este tipo de empresas de auxilio en carretera a vehículos de gran tonelaje. Una compañía de tamaño medio refleja de forma fiel las verdaderas características de este tipo de empresas de grúas de vehículos de gran tonelaje y de las dificultades que han atravesado en los últimos años a consecuencia de la crisis económica.
40 años de actividad
Grúas Andalucía se fundó en 1977, por lo que tiene una trayectoria de casi 40 años de actividad, en la que ha visto un gran desarrollo y también épocas de crisis y desaceleración, “aunque ninguna como esta última iniciada en 2008”, apunta Alonso Merino, gerente de la compañía.
Grúas Andalucía cuenta en la actualidad con un total de siete vehículos: cuatro remolcadores, de los cuales dos son cuatro ejes, uno es un tres ejes y otro es un dos ejes; también dispone de dos plataformas para 18 y 10 toneladas respectivamente y una góndola que puede cargar hasta 22 toneladas. “Con esta flota prácticamente podemos dar servicio a cualquier necesidad”, puntualiza la compañía madrileña. Dispone de dos bases propias en la localidad madrileña de Getafe, y realiza servicios por toda España, “dado que la crisis ha obligado a no poder rechazar ningún servicio, se produzca donde se produzca”.
Según Grúas Andalucía, la actividad gruísta se ha visto muy reducida durante los años de crisis. “Nuestro sector necesita muchos vehículos rodando y dado que en estos años se han reducido los vehículos industriales en actividad, nuestro sector también se ha resentido mucho. La solución ha sido bajar precios para subsistir”, señala a Infotransport.
Precios a la baja
Con el panorama de crisis y la reducción de camiones circulando por las carreteras españolas, el sector de grúas tampoco ha sido ajeno a la caída de precios que de forma generalizada ha sufrido el sector del transporte desde el inicio de la crisis. Según las estadísticas de Grúas Andalucía, los precios en su sector han podido caer entre un 30 y un 40% con relación a 2007. Además, incide el gerente, “todos los costes han subido, a excepción de los seguros, que puede ser el único coste que ha bajado dada la competencia que también existente en este segmento”. Por ello, aunque la compañía está especializada en vehículos industriales, la reducción de la actividad ha provocado que en este momento acepte cualquier tipo de servicio, incluido turismos.
A pesar del alto precio de los camiones y remolques necesarios para este tipo de actividad, los responsables de Grúas Andalucía no conciben cómo puede haber empresas que “tiran” los precios. Sin duda, la fuerte competencia es un factor determinante en ello, una competencia que en algunas ocasiones roza la “ilegalidad” con ciertas prácticas que se producen, señala la compañía. “La competencia es muy alta en este sector. Hay que tener en cuenta que en la época de bonanza muchos talleres adquirieron grúas para industriales y ahora muchos de estos vehículos están ociosos y la solución de estas empresas es tirar los precios para intentar captar clientes, lo que nos perjudica a todos en general”.
Precios en función del servicio
Hay que tener en cuenta que los precios de los servicios de grúa varían en función de varios conceptos. “Nuestro servicio comienza a contabilizar desde que salimos de la base. Además, dependen del tipo de vehículos que haya que auxiliar, porque no es lo mismo cargar un camión rígido de 20 toneladas u otro de 10 tn o una tractora”.
Hay que tarifar los kilómetros que se hacen y los trabajos específicos que se tienen que realizar en los vehículos, “además, si es un siniestro también se tienen que incluir las horas necesarias de rescate”, apunta Raúl Merino, hijo de Alonso Merino y conductor en la compañía. En definitiva, se cobra en función del tipo de grúa que sale de la base, los kilómetros recorridos, los trabajos de reparación realizados a los vehículos (como desmontar transmisión, desbloquear frenos, etc.) y el tiempo de rescate.
De forma orientativa, un servicio “básico” en Madrid puede tener un coste de entre 250 y 270 euros. Los clientes, señala Raúl, “ahora ajustan mucho los precios”. Por ello, Grúas Andalucía trabaja para una amplia variedad de clientes, con fabricantes y flotistas que usan sus servicios de forma habitual y camioneros particulares que llaman puntualmente ante cualquier incidencia.
Recuperación económica, no se percibe
Respecto a la ansiada recuperación económica que se anuncia desde las administraciones y demás organismos, la compañía reconoce que “nuestra realidad es que no percibimos la recuperación, hemos reducido nuestra actividad una barbaridad”. “Lo que veo es que las empresas que subsistimos es porque hemos reducido nuestras deudas como hemos podido y no hacemos ningún tipo de inversión. Es verdad que algunas empresas hemos cambiado un vehículo por otro, pero esto no es inversión porque no hemos aumentado nuestra flota para tener mayor capacidad. Simplemente se ha producido un cambio y porque en la mayoría de las ocasiones se ha podido vender el vehículo cambiado”, matiza el gerente de la compañía.
Grúas Andalucía reconoce que en el año 2007 tenía que rechazar servicios porque “no dábamos abasto, pero ahora hay días que no hacemos ni una sola salida. Es evidente que hay muchos menos camiones circulando por las carreteras y eso nos repercute. Además, prácticamente seguimos las mismas empresas de grúas para industriales y la competencia es feroz”.
La morosidad, una realidad del sector
Al igual que en muchos otros subsectores del transporte, la morosidad también está presente en el segmento de grúas. “Muchos clientes pagan con pagarés y aquí es donde suele haber problemas a la hora de cobrar el servicio”, reconoce Alonso Merino.
Respecto a la posible eliminación de módulos en el sector transportes, Grúas Andalucía entiende que el verdadero problema es la falta de actividad. “Es evidente que Hacienda busca recaudar más por cualquier sitio, pero en nuestro sector, como en el transporte en general, si hubiera trabajo suficiente, no se habría generado tanta polémica. Pero el problema surge cuando los ingresos de los autónomos han caído brutalmente como en nuestro sector y, encima, la administración quiere recaudar más a nuestra costa”. Hay que tener en cuenta, puntualiza Alonso Merino, “que una empresa como Grúas Andalucía está a una actividad en torno al 20% respecto a los años de bonanza. No tenemos rendimientos suficientes ni para incorporar un nuevo conductor”, concluye.
octubre 23, 2014 @ 10:57 pm
Un sector muy castigado por la situación económica, esperemos que poco a poco puedan recuperar parte de la actividad perdida. Es de admirar la trayectoria de la empresa que ya lleva funcionando más de cuarenta años.
octubre 24, 2014 @ 10:53 am
Muchas gracias por tu comentario Juan Vicente. Desde luego tiene mucho mérito el gran número de empresas de transporte que están aguantando a pesar de la crisis. En muchos casos perdiendo dinero pero demostrando un gran amor por la profesión.