Incrementa la presión para armonizar la legislación europea de transporte
El sector del transporte español ya no está sólo en su demanda por una total armonización de las reglas de competencia en los diferentes países europeos. Un total de ocho ministros de transporte han remitido una carta a la comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, en la que solicitan que “de una vez por todas” la Comisión Europea exija a los países miembro una legislación acorde a los principios de la UE en cuanto a la igualdad de condiciones a la hora de que las empresas “compitan en buena lid”.
Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y Noruega protestan con firmeza por las actuaciones individuales de países, los casos más claros son Francia y Portugal, que están intentando reducir la competencia de empresas de otros países de la UE aplicando una “política totalmente proteccionista”.
Ni salario mínimo, ni descanso en cabina
Los ocho ministros exigen actuaciones para combatir el “dumping social” en el sector a través de la aplicación “de las normas existentes en el transporte europeo”, la única forma, o al menos así lo perciben los firmantes de la carta, de satisfacer a los ciudadanos y empresas que se enfrentan a abusos por las “lagunas legales existentes”.
Pero por encima de todo exigen medidas urgentes contra dos cuestiones importantes y que están impidiendo la libre competencia: las denominadas empresas buzón, sociedades que sólo tienen en un país una oficina que les permite contratar conductores con un salario más bajo, aunque éstos en realidad trabajan en el país origen de la empresa, cobrando un salario inferior, el de su país de origen.
De igual forma, exigen se controle, y en su caso se prohíba, la imposición de un salario mínimo cuando un conductor profesional está realizando funciones de cabotaje. Insisten, además, en la necesidad de que exista una armonización real en el conjunto de la legislación que atañe al sector.
Los ministros europeos no se olvidan en recordar a Violeta Bulc otra de las noticias “fuertemente protestadas”. Nos referimos a la legislación francesa sobre la prohibición del descanso en cabina. Para los ministros, autores de la mencionada carta, “no es necesario tomar esa medida para proteger la salud y el bienestar de los conductores, la cual depende de otros muchos elementos que si están dispuestos a realizar”.
La vuelta a casa
Precisamente de seguridad y descanso adecuado hablan las constantes peticiones de los países periféricos, España a la cabeza. Pero también lo han pedido otros países como Finlandia, de una mejor regulación de los tiempos y descanso, de forma que se tenga en cuenta a los trabajadores de países no centrales, obligados a descansar fuera de sus casas. En la actualidad, se sigue esperando la respuesta de la comisaria europea de Transporte al eurodiputado finlandés Hannu Takkula, quien planteó la posibilidad de que a la hora de regular la Comisión Europea los tiempos de descanso se tuviera en cuenta las distancias que deben recorrer las empresas de transporte de países periféricos.
En aquel momento, hace ya seis meses, Violeta Bulc se limitó a asegurar que la Comisión “está analizando a fondo la actual normativa de tiempos de conducción y descanso en un intento de solucionar aquellas cuestiones que no estén claras o impidan su correcto cumplimiento. Entre los aspectos que estamos examinando se encuentra la posibilidad de ser más flexible con los países periféricos”. Eran unas afirmaciones que permitían un “cierto optimismo” de los llamados países periféricos. Pero lo cierto, es que las cuestiones de la Comisión “son lentas” y desde entonces se sigue esperando los resultados del informe que se está elaborando.