La seguridad vial en manos “de mejores carreteras”
En un momento en que aún se sigue hablando de la última campaña de concienciación presentada por la Dirección General de Tráfico, la Asociación Española de la Carretera (AEC) presenta un informe que refleja que invertir en conservación y arreglo de carreteras es “mucho más eficaz para evitar accidentes de tráfico”.
La AEC, en colaboración con la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (SEOPAN), ha presentado el trabajo titulado “Seguridad en carreteras convencionales: un reto prioritario de cara al 2020”. En él se afirma que con una inversión de 730 millones de euros en un total de 1.121 kilómetros de carreteras convencionales se lograrían evitar 69 fallecidos y 212 heridos en tres años.
La clave, conservar
La asociación tiene claro que lo que se debe hacer es actuar con rapidez en conservación y arreglo de las carreteras actuales. Propone desarrollar actuaciones en 73 tramos de vías de la red convencional con índices de peligrosidad y tráfico elevados, “plantemos tres tipos de actuaciones capaces de compensar los errores humanos que puedan producirse en este tipo de carreteras, complementando así las actuales medidas de concienciación ciudadana”, asegura en un comunicado
La AEC incide en que es necesario realizar más actuaciones en carreteras convencionales. Según explica Jacobo Díaz, director general de la AEC, “el informe está centrado en carreteras convencionales, ya que éstas concentran la mayor parte de la accidentalidad. Y es que, en 2015 y según las cifras publicadas por la DGT, ocho de cada 10 fallecidos en carretera se produjeron en este tipo de vía. Podemos asegurar que las carreteras convencionales representan el 90% del total de red viaria española y por ellas circula el 40% del tráfico, siendo vital proponer, implantar y controlar acciones específicas en ellas”.
El presidente de SEOPAN, Julián Núñez, apunta: “que la tendencia a la baja en la reducción del número de accidentes se haya congelado podría indicar que el efecto de las medidas disuasorias y campañas informativas podrían estar tocando techo. Es vital acometer otro tipo de actuaciones adicionales y centradas en la infraestructura que anticipen el error humano y sean capaces de corregirlo o paliar sus consecuencias”.
Actuaciones diferentes
El informe distingue entre tres tipos de actuaciones a realizar según el problema detectado. En primer lugar, para los 19 tramos de carretera con elevada accidentalidad por salida de vía, se propone como solución diseñar carreteras que perdonan los errores humanos durante la conducción. Para ello se delimitarán los márgenes de las carreteras, se mejorará la adherencia del pavimento y se reducirá las consecuencias de los siniestros, dotando a la carretera de una “zona de seguridad” en su margen, suavizando las pendientes de los taludes laterales y eliminando, o protegiendo, los obstáculos laterales del borde de la calzada.
Para los 42 tramos de vía de especial peligrosidad se proponen mejoras relacionadas con la seguridad vial, distinguiéndose entre medidas de bajo coste -instalación de bandas sonoras, limitación de adelantamientos o señalización inteligente en cruces peligrosos- y medidas de mayor envergadura, como la ejecución de circunvalaciones en poblaciones.Con esta última medida la AEC asegura que se reducirán de media, un 25% los accidentes con víctimas.
Por último, los 12 tramos de vía con accidentalidad por impacto frontal y fronto-lateral se propone implantar carreteras 2+1, desarrolladas con éxito en Alemania, Finlandia y Suecia, donde el ratio de accidentalidad se ha reducido entre el 22% y 55%, respectivamente. Ésta última sería una medida continua y, las dos primeras, medidas puntuales.
Las palabras de Jacobo Díaz resumen lo que la asociación está convencida que se evitaría tomando las medidas que propone: “al sufrimiento provocado por una invalidez permanente o la pérdida de un familiar en un accidente de tráfico, que no puede ser evaluado económicamente, hay que sumar que, para toda la sociedad, los efectos de los siniestros de circulación tienen un coste muy elevado”.
En el trabajo se estima que los accidentes representan un gasto de 2.120 millones de euros anuales, que, con la realización de estas actuaciones, podrían reducirse en 144 millones solo en lo relativo a costes sanitarios. El informe indica, asimismo, que en 2015 la cifra de víctimas por accidentes dejó de reducirse, estancándose en 31.884, con un coste de 2.120 millones de euros para el conjunto de la sociedad.