La carretera, ausente en el último consejo europeo de Ministros de Transporte
El recién nombrado ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha participado en su primer Consejo de Ministros de la Unión Europea. Una reunión, no es la primera vez, en la que el transporte de mercancías por carretera ha cedido protagonismo a otros modos de transporte, a pesar de que es el más usado en todo el conjunto de la Unión.
En el comunicado enviado por Fomento tras la reunión, se asegura simplemente que el ministro ha tenido oportunidad de “solicitar un criterio común para el conjunto de la Unión en aspectos como el establecimiento de una representación en el país o descanso de los conductores”.
A juicio de Íñigo de la Serna, no puede mantenerse una situación en la que los “Estados miembros establezcan unilateralmente normas, como las mencionadas, que se convierten en cargas administrativas adicionales para las empresas establecidas en otros países y que, en definitiva, suponen una clara restricción a la libre prestación de servicios”.
Aviación, gran “protagonista”
Pocas referencias a un sector del transporte que, al menos en lo que se refiere a España, lleva meses esperando soluciones –se sigue sin noticias de la ROTT– a cuestiones claves para su futuro en los que, en efecto, la falta de armonización de transporte en el conjunto de la Europa tiene un lugar prioritario.
La gran cuestión de la reunión ha sido la aviación civil. Así, se ha decidido, entre otros asuntos, adoptar un renovado conjunto de reglas comunes en el ámbito de la aviación civil dirigidas a fortalecer la seguridad y la eficiencia del sistema de aviación europeo en los próximos años.
De forma más marginal, el Consejo de Ministro ha decidido promover un nuevo marco normativo que comprenderá las medidas necesarias para regular la seguridad de las actividades desarrolladas con drones y promover una industria europea competitiva en este sector emergente; una medida que permitirá disponer en el ámbito comunitario de una ordenación global en la materia.
El Consejo también ha adoptado dos orientaciones generales en transporte marítimo: la Directiva sobre reglas y normas de seguridad aplicables a los buques de pasaje y la Directiva sobre un sistema de inspecciones para garantizar la seguridad en la explotación de transbordadores de carga rodada y naves de pasaje de gran velocidad en servicio regular.
En definitiva, un Consejo de Ministros de bajo perfil, al menos en cuanto al transporte de mercancías por carretera, que no ha servido para solventar los graves problemas de falta de armonización entre las legislaciones de los diferentes países. Una realidad que está considerada una “seria amenaza” para el espacio común europeo.