La Comisión Europea advierte a España: 2025 tiene que ser el año de la euroviñeta
El pasado 16 de diciembre la Comisión Europea (CE) anunciaba la apertura de un expediente de infracción a España, al igual que a otros siete países comunitarios. El «delito» es no haber trasladado a la legislación española las últimas reformas realizadas sobre la Directiva que regula la aplicación de la euroviñeta.
Lo que pretende la Comisión Europea con este procedimiento administrativo es que después de años de prórrogas nuestro país acepte la implantación de una tasa por el uso de infraestructuras viales que hoy son gratuitas, una medida que afectaría en primer lugar a todas las autovías y a las autopistas que recientemente han revertido al Estado tras la finalización de sus respectivas concesiones.
Por su parte, la respuesta del Gobierno ha sido dejar abierta la puerta a que la euroviñeta pueda aplicarse en determinadas carreteras dependientes de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestres (SEITT) y tan sólo a los vehículos pesados, aunque la exigencia de la CE es que la tasa por uso de infraestructura tenga una aplicación generalizada a todo tipo de vehículos.
En octubre de 2023 el Gobierno ya se comprometió a la implantación de la euroviñeta para poder acceder a los fondos Next Generation, aunque posteriormente la Unión Europea se conformó con la promesa española de potenciar las autopistas ferroviarias y el transporte multimodal.
Déficit económico
Según consta en la contabilidad de las autoridades de Bruselas, en relación con el mantenimiento de carreteras nuestro país tiene un déficit de aproximadamente 10.000 millones de euros, una cifra que ha crecido en los últimos años con la recuperación de autopistas y que no puede ser sufragada con fondos comunitarios, provocando con ello un importante «agujero» en las cuentas nacionales.
Por ello la solución propuesta por la Comisión Europea es que la euroviñeta sea la herramienta a través de la cual España, como sucede con el resto de países, pueda recaudar la totalidad o una parte de los fondos que necesita para mantener su red de carreteras, una medida que debería haber comenzado a aplicarse en marzo del pasado año 2024.
España tiene ahora dos meses -hasta el próximo 16 de febrero- para trasladar a la normativa nacional las modificaciones introducidas en 2022 en la Directiva que hace referencia a la euroviñeta, o en caso contrario la CE remitirá el asunto al Tribunal Europeo de Justicia.
Qué es la euroviñeta
El objetivo de la euroviñeta, cuyo coste para los usuarios estaría en función de los kilómetros recorridos en las vías afectadas por los peajes, es que con su aplicación el Estado pueda cubrir los costes (construcción, explotación y mantenimiento) generados por dichas infraestructuras.
Desde 2022 la Directiva Europea que regula la euroviñeta incluye junto a los camiones pesados, a los turismos, autobuses, autocares y a todos los vehículos industriales y comerciales ligeros por debajo de 12 toneladas de MMA.
Por otro lado, la nueva normativa de la euroviñeta también exige que cada país incluya en la tarificación de la euroviñeta todos aquellos costes medioambientales generados por las emisiones de CO2, de ahí que se admita que las cuantías de estos peajes puedan ser diferentes en función de cuál sea la calificación ambiental y los niveles de emisiones de los vehículos.
El experimento navarro y vasco
En este contexto la Unión Europea ha dado su visto bueno a la aplicación de la euroviñeta en cinco tramos de carreteras de alta densidad de tráfico pesado que discurren por el territorio de la Comunidad Foral de Navarra.
Estas vías son la A-1 (Autovía del Norte), A-10 (Autovía de La Rioja), A-15 (Autovía del Norte de Navarra), A-68 (Autovía de Aragón) y en la N-121A. En todas estas carreteras la cuantía de los peajes podrían situarse entre 0,22 y 0,28 euros/km e inicialmente afectarían a los vehículos industriales por encima de 3,5 toneladas.
Por otra parte, hay que recordar que la Diputación de Gipuzkoa lleva ya varios años aplicando peajes (euroviñeta) a los camiones pesados que dentro de su territorio transitan por determinados tramos de la N-1 y de la A-15.
Tampoco debemos olvidar que en 2014 la Generalitat de Catalunya ya aplicó durante unos meses y de forma experimental el modelo de euroviñeta en la C-25, en el tramo de 152 kilómetros que separa los enlaces de la A-2 de Cervera y Caldes de Malavella.