La conservación de carreteras bajo mínimos
El transporte por carretera, tanto de mercancías como de viajeros, domina el reparto modal en España. Más del 85% del transporte se sigue haciendo por carretera. A pesar de ello, las administraciones, nacional, autonómico o regional, han reducido la inversión en su conservación.
En un momento en que el discurso político sobre el transporte se basa en la eficiencia, no sólo ecológica, y la seguridad durante los servicios de transporte, sorprende el abandono y deterioro de la mayoría de las carreteras del país.
Durante la pasada Asamblea General de ASTIC, su presidente, Marcos Basante, ponía sobre la mesa la cuestión: “Por mucho que se empeñen en potenciar el ferrocarril, la carretera es el modo más usado. Nuestros conductores se juegan la vida circulando por vías en muy malas condiciones, sin olvidar la ineficiencia que implica su uso: más averías, circulación lenta, en definitiva, un auténtico desastre para el sector”.
La opinión de Basante es compartida por tres de las asociaciones con más interés en la construcción y conservación de las carreteras: AEC, AEX y SEOPAN. Todas ellas han manifestado su preocupación por el estado de las carreteras, incluidas autopistas, tanto nacionales como regionales. Y es que el uso mayoritario que se hace de ellas las ha dejado en “muy malas condiciones”, sin que esa realidad haya servido para incrementar la dotación presupuestaria destinada a su conservación. En realidad, a tenor de los datos que manejan dichas asociaciones, ha sucedido lo contrario: la inversión en conservación se ha reducido.
Déficit millonario
El mensaje de la Asociación Española de la Carretera (AEC), repetido en diferentes foros por su presidente Juan Francisco Lazcano, es muy claro: “La conservación es una de las asignaturas pendientes a la hora de hablar de carreteras en España”. La asociación, que realiza anualmente un estudio analizando más de cien mil kilómetros por toda la geografía nacional, ha calculado que habría que realizar una inversión “cercana a los 10.000 millones de euros” para que las carreteras estuvieran en buen estado. Según su valoración, se precisan más de 3.200 millones para mejorar la red que gestiona el Estado -26.400 kilómetros-, y más de 6.000 millones para adecuar los 75.300 kilómetros que dependen de autonomías y/o diputaciones.
Según la AEC, la cifra es tan elevada porque no sólo está en malas condiciones el pavimento –que supone el 90% de los recursos destinados a manutención–, también están en malas condiciones el equipamiento viario. Es decir, señales de tráfico, balizamiento o sistemas de contención.
El último estudio realizado por AEC sobre el estado de conservación de las vías españolas, analizó un total de tres millones de kilómetros cuadrados, más de 3.000 señales, 900 km de marcas viales, 200 barreras metálicas y más de 20.000 balizas.
Porcentaje de conservación
En línea con lo manifestado por la AEC, el presidente deAsociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (ACEX), Pablo Sáez, habla de una situación muy grave, tanto que para él sería necesario “establecer legalmente un porcentaje no inferior al 1,9 % del valor patrimonial para financiar la conservación de carreteras”.
Según ACEX, para el correcto funcionamiento del sistema de transportes por carretera y la seguridad de los usuarios habría que invertir 1.610 millones de euros al año en la conservación de carreteras del Estado, incluidos los 1.000 kilómetros de autopistas de peaje revertidas al Estado.
El presidente de ACEX reconoce que en la última década la conservación de carreteras ha ganado peso en las actuaciones gubernamentales, como demuestra su incremento en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), “a pesar de ello, el déficit en conservación de carreteras sigue creciendo, acercándose a los 10.000 millones de euros”.
En su intervención, realizada el pasado mes de junio durante la entrega del XX Premio Nacional ACEX a la seguridad en conservación, realizó otras dos afirmaciones importantes. Por un lado, que “la apuesta del Ministerio de Transportes por el transporte de mercancías traerá consecuencias, ya se verá de qué cuantía, en la inversión destinada a la conservación de carreteras”. Por otro, confirmó, que España invierte un 50 % menos en conservación de carreteras que los países de su entorno, “a pesar de ello, las vías españolas están a su nivel, o mejor”. Un dato, que refleja la alta calidad de la ingeniería que se realiza en España.
La opinión de SEOPAN
SEOPAN, patronal que reúne a las grandes constructoras y concesionarias de carreteras, mantiene una opinión muy similar. Así, Julián Núñez, presidente de la asociación aseguró recientemente que mientras la inversión que se hace actualmente, “este ejercicio será menor, apenas 1.500 millones al estar los presupuestos generales prorrogados”, es de 2.000 millones, las necesidades reales son prácticamente del doble.
Dicho de otro modo, para Nuñez, “cada ejercicio el déficit en conservación aumenta en 2.100 millones”. Un dato que le lleva a afirmar, como aseguran en ACEX, “la necesidad de establecer un porcentaje, nunca inferior al 1,9% del valor patrimonial, para financiar la conservación de carreteras”.
Por su parte la AEC también menciona el dato de déficit acumulado en conservación. En este caso, lo cuantifica en 10.000 millones de euros. A su parecer, la crisis del 2008 fue el comienzo de la situación de déficit, que se ha mantenido año tras año, hasta la actualidad.
A la hora de plantear posibles soluciones, y ante la dificultad de incrementar el presupuesto estatal, Julián Nuñez solicita “reabrir” el debate de los peajes en las carreteras españolas. Así, lo hizo durante su intervención en un seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económico, donde afirmó que “será la mejor solución, casi la única, de conseguir superar el déficit que arrastra el país en mantenimiento de carreteras”.
En concreto, SEOPAN propone “el pago por uso, con un sistema “free float”, es decir, abonar sin necesidad de detenerse. Además, sólo se aplicará a vías de gran capacidad interurbanas, con modelos de concesión a 25 años.
De momento, en línea a lo que desea el sector del transporte público por carretera, el Ministerio sigue manteniendo su posición de no implementar nuevos peajes, así como de no imponer el pago por uso. Lo cierto es que España ha conseguido retrasar esa posibilidad, lo exigía Bruselas, a cambio de impulsar el transporte ferroviario de mercancías.
Y hablando de transporte ferroviario, es importante reflejar como, mientras la inversión en carreteras disminuye, se incrementa la realizada en obra ferroviaria. Así, en los cinco primeros meses de 2024 se licitó obra ferroviaria por 1.484.55 millones de euros, un 13% más que en el mismo período de 2023, cuando la licitación fue de 1.307.70 millones.
Mantenimiento y seguridad
Además de las consecuencias económicas que comporta la falta de mantenimiento, es importante reflejar las consecuencias que una mala carretera tiene para la seguridad de los usuarios. El estudio realizado por la AEC y la Fundación Mapfre, presentado el pasado mes de mayo, lo tiene muy claro: realizar una inversión de 1.400 millones de euros en la mejora de las carreteras convencionales –de un carril por sentido–, evitaría 300 muertes y más de 800 heridos graves al año por siniestros de tráfico.
El informe asegura, asimismo, que, si bien es una inversión elevada, sería muy sencillo su retorno, “se recuperaría entre dos y cuatro años”, aseguró Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, durante la presentación del informe que indica, además, que si bien las carreteras de alta capacidad (autovías y autopistas) son las que más tráfico soportan en España (el 65% del total), siete de cada diez fallecidos se producen en vías convencionales.
El estudio destaca, por otro lado, que las salidas de vía por la derecha y por la izquierda, el choque frontal y el fronto-lateral y los atropellos a peatones son los siniestros más frecuentes en este tipo de carreteras y representan el 69% de los incidentes con víctimas.