La Dirección General de Tráfico (DGT) prepara una reforma del Reglamento General de Circulación donde se esperan varias novedades como la rebaja de los límites de alcohol para conductores profesionales y noveles. La medida prevé reducir el límite máximo permitido de este grupo de conductores a 0,20 gramos de alcohol por litro de sangre (actualmente se sitúa en 0,30). En el equivalente en aire expirado supone disminuir el tope de alcohol de los 0,15 miligramos actuales hasta los 0,10 miligramos.

El texto de la reforma propuesto por la DGT, que está en fase de audiencia e información pública, dará forma a un texto definitivo que llegará al Consejo de Ministros. Según información de la agencia Servimedia, se prevén nuevas normas como la prohibición del patinete eléctrico a los menores de 16 años, el uso obligatorio del casco para este tipo de vehículos de movilidad personal, o la ampliación de la distancia de seguridad de al menos cinco metros para el adelantamiento de bicicletas.

La DGT pone énfasis en el alcohol porque junto con las drogas «siguen siendo uno de los principales problemas para la seguridad vial tanto en nuestro país como en toda Europa”, explicó ayer el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en un acto celebrado en la sede de la DGT. El alcohol es la segunda causa de los siniestros mortales, con el 29%, solo detrás de las distracciones con el 31% y por delante de la velocidad inadecuada, con el 23%.

«Solo cero tiene cero consecuencias»
Precisamente en el consumo de alcohol se centra la nueva campaña de verano de la DGT, bajo el slogan “A la carretera no le importa cuánto has bebido. Solo cero tiene cero consecuencias”. La entidad pública pretende un año más conseguir la concienciación de los conductores insistiendo en los riesgos de conducir bajo los efectos de estas sustancias. Durante la presentación, Grande-Marlaska ha incidido también en la situación actual de la seguridad vial. 507 personas han fallecido en siniestros viales en lo que llevamos de año (hasta el 23 de abril), lo que supone un 6% más que en el mismo periodo del año anterior (27 fallecidos más).

El ministro ha explicado que la DGT quiere mostrar las consecuencias reales y personales de las conductas prohibidas al volante «que suponen un desprecio a la comunidad e intentamos poner de relieve que la seguridad vial es una decisión, que respetar las normas de seguridad es una elección consciente que debe tomarse cada vez que se conduce«. «Nuestra obligación es hacer cumplir las normas de circulación porque es la forma más eficaz de evitar los siniestros y las víctimas de tráfico«, ha añadido.

Preocupación por los avisos
El ministro del Interior también ha aprovechado su comparecencia para denunciar que algunos conductores avisan la ubicación de los controles de alcohol y drogas a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería. Según Marlaska, se trata de una práctica «insolidaria» e «incívica», porque ese aviso «permitirá a un conductor bebido eludir el control y provocar un siniestro grave en cualquier otro punto en el que podrán verse afectados ciudadanos inocentes«. Para el ministro, estos avisos suponen «un ataque a la línea de flotación de una política contra el alcohol en la conducción que es un elemento básico y fundamental de la política de seguridad vial, porque salva vidas«.