Mañana sábado 23 de julio termina el periodo transitorio que concedió el Gobierno francés a los transportistas extranjeros para que se adaptaran a la Ley Macron, que entró en vigor el pasado día 1 de julio.

Como ya informó Infotransport, a pesar de que en un principio el Gobierno galo era reacio a conceder ningún tipo de moratoria, el caos con el que se estrenó la ley -que obliga, entre otras cosas, a que cualquier transportista de otro país que realice actividades en territorio francés cobre el sueldo mínimo exigible en Francia- llevó finalmente al ejecutivo francés a dar un plácet de tres semanas en los que no se ha sancionado por parte de los gendármenes a ningún transportista.

Desde Astic se valora positivamente esta decisión francesa y, en opinión de Juan Manuel Pardo, director técnico de la patronal española, se cree que a partir del sábado el número de denuncias y sanciones tampoco será muy elevado por la complicación que sigue presentando el sistema telemático para cumplimentar todos los requisitos que impone la nueva norma “y por la gran cantidad de vehículos de mercancías extranjeros que atraviesan las carreteras francesas lo que hace muy difícil un control absoluto por parte de la gendarmería francesa”, incide Pardo.

Con la entrada de esta norma, en opinión de Astic, sólo se perjudica a los transportistas extranjeros, especialmente españoles, que realizan actividades en Francia y solo se beneficia el gran número de empresas galas que se están posicionando para ser los representantes legales de los transportistas extranjeros en territorio francés, otro de los requisitos que impone la ley.

“Se ha abierto un gran negocio para miles de despachos de abogados y gestorías francesas que se ofrecen a los transportistas para ser sus representantes, y esto al final es otro coste más que deben asumir las empresas y transportistas de mercancías españoles por realizar su actividad en el país vecino”, destaca el director técnico de Astic.