Todo lo que hay que saber sobre el HVO, el combustible sostenible que puede sustituir al diésel
El transporte por carretera vive tiempos de transición energética y junto a la propulsión 100% eléctrica, el gas natural vehicular y los e-fuels, el HVO o Hidrobiodiésel se dibuja como un nuevo biocombustible menos contaminante que el gasoil y que va a tener mucho protagonismo en esta transición al ser una alternativa viable al diésel convencional.
El HVO (Hydrotreated Vegetable Oil-Aceite Vegetal Hidrotratado) es un combustible renovable de origen vegetal que carece de azufre en su composición y que emite hasta un 90% menos de gases contaminantes y un 33% menos de partículas. Además, el HVO puede ser utilizado en los camiones y autobuses a partir de Euro 5 sin necesidad de que los motores sean sometidos a ninguna adaptación mecánica.
¿Cuál es el principal problema del HVOa día de hoy? Con una fiscalidad similar a la del diésel su precio en surtidor es un 10-15% superior, aunque hay petroleras que lo están ofreciendo al mismo PVP con el fin de popularizar su uso.
Cómo se obtiene el HVO
El HVO es un combustible sostenible que se obtiene a partir de aceites vegetales usados (los aceites de cocina entre otros) que posteriormente son sometidos a un complejo y costoso proceso de hidrotratamiento con intervención de hidrógeno. El resultado es un combustible de alta calidad que es compatible con muchos de los motores diésel de camiones y autobuses.
Uno de los factores a tener en cuenta es que el HVO no es un combustible biodiésel, porque aunque en ambos casos se parte de aceites vegetales el proceso de transformación no es similar. En el primer caso la materia prima se trata con alcohol-metanol (esterificación) y en el caso del HVO en el proceso de tratamiento interviene el hidrógeno, obteniéndose un combustible que ofrece similares rendimientos energético que el gasoil. Los transportistas muestran cada vez más interés por los carburantes alternativos, tanto por su capacidad para reducir las emisiones como por el aumento de los costes de los combustibles tradicionales, como es el caso de la subida de impuestos y del precio del litro de gasoil propuesta por el Gobierno (El Gobierno subirá los impuestos y el litro de gasoil valdrá 10 céntimos más a partir de enero)
En estos momentos el HVO se encuentra en proceso de expansión dado que los altos costes y su reducida producción inciden negativamente sobre una mayor demanda, aunque todo apunta a que en los próximos años y de cara al horizonte descarbonizador 2030-2050 ganará mercado en el transporte por carretera.
Por el momento en la Unión Europea países como Alemania, Finlandia e Italia, han sido los primeros en apostar decididamente por el HVO, estableciendo políticas y regulaciones que promueven su producción en biorefinerías y su consumo.
Qué pasa con el HVO en España
Nuestro país nunca ha destacado por ser pionero en el uso de nuevas energías que apoyen la estrategia europea de descarbonización y en el caso del HVO no iba a ser diferente, aunque esta vez estamos obligados a cumplir con la propuesta europea de descarbonización que contempla que en 2040 las emisiones de los camiones pesados (más de 7,5 toneladas) se hayan reducido un 90%. Cinco años antes -2035- todos los autobuses urbanos deberán ser cero emisiones.
En este escenario algunas petroleras y redes de estaciones de servicio ya han comenzado a instalar surtidores de HVO, aunque dado que la producción y la demanda es todavía escasa los precios son superiores a los del diésel.
Por otro lado, desde un punto de vista administrativo existen escasas regulaciones que fomenten el uso y producción de HVO, pero es evidente que las nuevas energías sostenibles van a necesitar de un mayor apoyo político y económico que contribuya a hacer viable su utilización a gran escala.
En el caso del Hidrobiodiésel las empresas de transporte suelen ir por delante de las medidas políticas y en este sentido Carreras Grupo Logístico, Trucksters y ROR Operador Logístico mantienen acuerdos con Cepsa para el suministro de HVO 100. Cepsa tiene previsto invertir 1.200 millones de euros en sus instalaciones de Palos de la Frontera (Huelva), donde a partir de 2026 se producirán 500.000 toneladas de HVO.
Por su parte, la compañía navarra Lodisna ha suscrito un acuerdo con BP para el suministro de un millón de litros de HVO, mientras que el Grupo Sesé y XPO han decidido ir de la mano de Repsol. En el marco de esta colaboración el año pasado la petrolera suministró HVO a los 2.500 vehículos que componen la flota de XPO.
Por último, Primafrio participa en el proyecto europeo Longrun cuyo objetivo es desarrollar un sistema de transporte de larga distancia eficiente y respetuoso con el medio ambiente que incluye pruebas con HVO.
Cuáles son las ventajas para el transporte
Es imposible encontrar una solución de movilidad que sea 100% no contaminante, porque aunque lo sea durante su utilización (caso de la propulsión eléctrica) puede no serlo durante su proceso de producción u obtención, así que lo que toca es apostar por aquellos combustibles que sean renovables y por lo tanto sostenibles y que al mismo tiempo tengan unos bajos niveles de emisiones.
Y el HVO es una alternativa que reúne los requisitos de sostenibilidad y de bajas emisiones. Pero desde la perspectiva del transporte y de los transportistas que ventajas ofrece el Hidrobiodiésel:
1.- Mayor rendimiento. Está demostrado que el HVO puede mejorar el rendimiento energético de los motores y al mismo tiempo contribuir a una reducción del consumo, lo que para las empresas de transporte se puede traducir en ahorro de costes.
2.- Compatibilidad con los motores diésel. El HVO es compatible con los motores diésel a partir de Euro 5, por lo que su utilización en los depósitos no requiere de modificaciones en las mecánicas.
3.- Sostenibilidad. En la producción de HVO se utilizan materias primas (aceites vegetales) que son objeto de reciclaje, por lo que podemos considerar que se trata de un combustible sostenible que promueve la economía circular.
4.- Reducción de emisiones. La combustión del HVO en los motores es más limpia que en el caso del diésel, produciéndose hasta un 90% menos de emisiones de gases contaminantes y un 33% menos de partículas.