Tras los coeficientes reductores los sindicatos ponen su objetivo en la Enfermedades Profesionales

Aunque por el momento no existe fecha para la solicitud de los coeficientes reductores para la edad de jubilación de los conductores, el próximo objetivo de los sindicatos del transporte por carretera es otra histórica reivindicación: el reconocimiento de las Enfermedades Profesionales.
Según la normativa vigente se consideran Enfermedades Profesionales (EP) todas aquellas patologías contraídas por los trabajadores como consecuencia del desempeño continuado de su actividad laboral. En este sentido el Real Decreto 1299/2006 es la norma que regula en nuestro país el cuadro de Enfermedades Profesionales reconocidas por la Seguridad Social.
En nuestro país se aplica una mayor cobertura a las patologías originadas durante la jornada/actividad laboral, protección que se ve incrementada en el caso de las Enfermedades Profesionales. Cuando una EP deriva en Incapacidad Temporal (máximo 365 días ampliable a 180 días más) los trabajadores afectados reciben hasta el 75% de su nómina, más una cantidad proporcional a las horas extras realizadas durante el año anterior.
En los casos de Incapacidad Permanente, ya sea total, parcial, absoluta o gran invalidez, los trabajadores afectados por Enfermedad Profesional también tienen derecho a prestaciones de mayor cuantía.
Transporte y enfermedades profesionales
De acuerdo con la reciente normativa de coeficientes reductores el transporte por carretera tiene para el Ministerio de Trabajo la consideración de actividad laboral penosa y de riesgo para los conductores, aunque por otro lado y curiosamente se trata de una ocupación que a pesar de las históricas reivindicaciones sectoriales por el momento no tiene reconocidas Enfermedades Profesionales específicas.
Y ello teniendo en cuenta que diferentes estudios firmados por los sindicatos UGT y Comisiones Obreras y hasta por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), reflejan que determinadas dolencias y trastornos músculo-esqueléticos, digestivos, metabólicos y de carácter psicosocial, presentan una incidencia superior a la media entre el colectivo de conductores profesionales.
De acuerdo con los datos publicados en estos estudios, y junto a problemas de obesidad, diabetes y colesterol, el 70% de los chóferes sufre habitualmente de dolores de espalda motivados por las muchas horas al volante en posiciones no siempre suficientemente ergonómicas.
Además, otro 27% de los conductores padece hipertensión, un 24% cefaleas recurrentes, un 35% trastornos digestivos (8% derivan en úlceras gástricas) y un 43% sufre algún tipo de defecto visual no incapacitante para el ejercicio de su profesión.
Trastornos del sueño
Entre las patologías que más afectan a los trabajadores que ejercen su actividad laboral en el transporte de mercancías por carretera, el estrés y los trastornos del sueño son las dos que los expertos consideran como más importantes. En este sentido se calcula que el 27% de los conductores profesionales tiene problemas a la hora de conciliar el sueño y que de este porcentaje el 17% de los afectados sufre de periodos de apnea.
Este tipo de trastornos origina malos descansos que, además de afectar a la salud general de los conductores, contribuyen a la aparición de crisis de fatiga a lo largo de la jornada laboral, lo que a su vez incrementa los riesgos de accidente. Los estudios estiman que el 60% de los conductores profesionales sufren habitualmente síntomas de fatiga.
Estrés, la patología de los conductores
El estrés puede considerarse como la gran enfermedad profesional del transporte por carretera. Se calcula que esta patología afecta de forma prolongada al 28% de los conductores que trabajan en el sector de mercancías por carretera, aunque el porcentaje de exposición a niveles altos de estrés supera ampliamente el 70%.
Para el 30% de los conductores la existencia de unos planes de entrega demasiado exigentes están en el origen de este trastorno, mientras que para otro 28% las congestiones en el tráfico y la imposibilidad de cumplir con los horarios previstos les genera situaciones de estrés.
Además, uno de los problemas del transporte por carretera es la dificultad de conciliar de forma razonable la faceta personal/familiar y profesional de los conductores, una circunstancia que para el 54% de los trabajadores afectados es la razón de sus problemas de estrés.
Por último, a pesar de estar originado y provocado por una actividad laboral muy exigente, el estrés que sufren los conductores profesionales sigue teniendo para la Seguridad Social el tratamiento de enfermedad común.
