ASTIC protesta por la carga fiscal que sufre el transporte por carretera
La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) lo tiene muy claro en la coyuntura económica actual, donde las exportaciones representan el 23% del PIB español. El sector del transporte debería “ser más respetado por el Gobierno, ya que sin su trabajo y esfuerzo no se mantendría ese nivel de exportaciones”, aseguró Marcos Basante, presidente de asociación durante la celebración de su asamblea anual celebrada en Cádiz.
Ante las mayores empresas de transporte de mercancías del país, Astic aseguró que no se entiende que un sector que ayuda a que el país ingrese más de 240 mil millones de euros –la aportación de las exportaciones–, al transporte de mercancías por carretera, agente determinante en la buena marcha de este indicador de nuestra economía, se le “castigue con una de las cargas impositivas más altas del conjunto del tejido productivo de España”, puntualizó Basante.
Durante la asamblea se recordó que el sector del transporte por carretera, además de los impuestos que habitualmente paga cualquier empresa del país, también debe afrontar que el gasóleo, que representa el 40% de sus costes fijos, sea uno de los productos más gravados. “A esto hay que añadir que el sector tiene una de las mayores cargas sociales en nuestro país por supuesta “peligrosidad”, a pesar de que la tasa de accidentes se sitúa en niveles realmente bajos”, aseguró.
Debate abierto
Por otro lado, durante la asamblea se debatió sobre el papel del sector -que transporta el 85% de las mercancías en España- en el mapa de la intermodalidad de España y Europa, y en un contexto en el que desde el Ministerio de Fomento se insiste en la necesidad de que el transporte por carretera se implique en la intermodalidad.
Sobre esta cuestión, ASTIC también tiene las ideas muy claras. Así lo afirmó su presidente que tras confirmar que «somos los primeros interesados en contar con las capacidades logísticas más amplias y eficientes posibles«, puntualizó que evidentemente tanto el transporte aéreo, marítimo y terrestre (por carretera o ferrocarril) comparten el denominador común de mejorar la capacidad competitiva de un país, “pero de momento, el único transporte realmente versátil y eficiente es el de carretera y no debe ser castigado por ello”.