La seguridad vial comprometida por el estado de las carreteras
El estado de las carreteras en nuestro país empeora. Entre 2011 y 2013, los déficits en conservación de las carreteras nacionales se han incrementado un 20% en la red del Estado y un 10% en la Autonómica. Los datos ofrecidos por el informe publicado por la Asociación Española de la Carretera (AEC) indican que sería necesaria realizar una inversión de 6.200 millones de euros para mejorar el estado del pavimento, muy deficiente o reponer las 330.000 señales que están en mal estado. En caso contrario la competitividad del transporte, la economía general, así como la seguridad vial se verían seriamente perjudicadas.
La calidad de las carreteras, su estructura y su nivel de conservación son elementos clave para que el transporte por carretera se realice con los niveles de seguridad que necesita. No sólo eso, las deficiencias en las infraestructuras viarias inciden negativamente en la conservación de los vehículos industriales –y sus componentes–, que sufren mas desgaste y problemas técnicos. Es decir, será necesario invertir más dinero en esos apartados incrementando el coste del servicio. Por ese motivo, los datos que ha publicado recientemente la AEC, que desde el año 1985 elabora un informe sobre los niveles de conservación, son especialmente graves para el sector del transporte y, por supuesto para la sociedad en general.
Juan Francisco Lazcano, presidente de la AEC, durante la presentación del informe evidencian claramente la situación: “sólo un golpe de timón en los presupuestos 2015 evitaría la debacle del patrimonio viario”. Para Lazcano, la solución de urgencia pasa por «implementar un Plan PIVE para las carreteras españolas, sin menoscabo de arbitrar un sistema que permita consolidar una asignación presupuestaria anual al mantenimiento de la red”.
Quizás el dato más preocupante y llamativo es que las necesidades de inversión de las carreteras en servicio dan unas cifras realmente altas. Así, para conseguir unos niveles suficientes en las dos redes estudiadas, siempre según la AEC, sería necesaria una inversión de 6.200 millones de euros, un 13% más que en 2011. De hecho, por kilómetro de carretera, entre 2001 y 2013 las necesidades de inversión han crecido un 111% en la red que depende del Estado, y un 102% en las carreteras que gestionan las Comunidades Autónomas.
Extrema gravedad
Lazcano asegura que el estado actual de conservación de las carreteras españolas se sitúa «a la cola de las preocupaciones políticas, ya que son excepcionalmente negativos». Los datos obtenidos este año, en términos generales, concluyen que las carreteras españolas se encuentran en un estado de conservación “deficiente”, rozando ya el “muy deficiente”. El problema es que “darle la vuelta a esta situación requiere una inversión mínima de 6.200 millones de euros”, al menos esa es la cantidad que presupone la asociación. Y es que existe un déficit en la conversación de las carreteras que no ha parado de crecer, solo entre los años 2011 y 2013 se ha incrementado cerca del 13%. Eso significa que un 20% de la red que gestiona el Estado y un 10% de la que administran los gobiernos autonómicos tienen deficiencias y lo que es más grave, al menos durante el presente año la situación no se solventará.
Y, ¿cuáles son las consecuencias?. Pues muchas y graves. Desde el deterioro de la comodidad de la circulación –que en los conductores profesionales significa mayor cansancio y riesgo de enfermedades profesionales– y de la seguridad vial; pérdida de competitividad interterritorial, especialmente perjudicial en el caso del transporte porque se pierde competitividad con los países europeos; aumento exponencial de los costes de reparación (cada euro no invertido a tiempo en refuerzo de firmes se transforma en cinco euros a los tres años y en 25 en el quinto); incremento de los costes de mantenimiento de los vehículos, así como de la contaminación, entre otros.
Deficiencias en el pavimento
El informe de la AEC refleja deficiencias en el conjunto de elementos que forman la infraestructura viaria. Así, tras afirmar que los pavimentos acumulan el 94% del déficit total, lo que se traduce en unas necesidades de inversión en reposición y refuerzo de firmes de 5.828 millones de euros (1.883 millones en la Red Autonómica de 3.945 millones, para el conjunto de las carreteras españolas). El informe ha detectado que la carencia en el pavimento es especialmente grave para las carreteras autonómicas, que registran una caída de 23 puntos en su nota media en comparación con el año 2011, mientras que los firmes de las carreteras del Estado han perdido 14 puntos entre 2011 y 2013. En la actualidad tres de cada cuatro kilómetros de pavimento presenta grietas en la rodada (el 72% de la red) y uno de cada tres muestra grietas, desintegraciones, deformaciones y baches (el 38%).
E el ámbito regional, la investigación de la Asociación Española de la Carretera únicamente otorga un “aprobado” a las carreteras que atraviesan Extremadura y el País Vasco. Con una calificación de “muy deficiente” figuran las vías que discurren por La Rioja, seguidas muy de cerca de las de Aragón.
Señalización vertical
El estudio afirma que es necesario reponer 330.000 señales de tráfico. Con una calificación media de 4,6 y 4,1 respectivamente, la señalización vertical en las carreteras del Estado y en las Autonómicas obtiene una puntuación por debajo del aprobado, según los parámetros establecidos por la AEC. En la red estatal, alrededor de 83.000 señales superan la edad de siete años (período de garantía otorgado por los fabricantes para las láminas retrorreflectantes), lo que se traduce en que por la noche la visibilidad no está garantizada, tras caducar el material retrorreflectante. En la red autonómica, por su parte, sería necesario renovar unas 247.000 señales, lo que representa un inversión de 52 millones de euros (27 millones para las vías del Estado).
Señalización horizontal
El estudio indica que es necesario repintar las marcas viales de 52.000 kilómetros de carretera, entre carreteras estatales y autonómicas. Además, es peor la situación de las carreteras a cargo de las diferentes autonomías y que es necesario repintar las marcas viales de 28 de cada 100 kilómetros de carreteras en la red estatal, y de 49 de cada 100 kilómetros en la autonómica, lo que requiere una inversión global de 103 millones de euros (14 y 89, en cada una de las respectivas redes).
En cuanto a las barreras metálicas -y partiendo del hecho de que la AEC sólo estudia la barrera instalada y no la necesidad de su instalación en aquellos tramos que carecen de la misma-, el estudio de la AEC las suspende, constatando un claro empeoramiento tanto en las carreteras estatales (con calificaciones que han pasado de 5,6 en 2011 a 4,7 en 2013) como en las autonómicas (de 5,2 a 4,6). De acuerdo con sus datos sería necesario invertir 189 millones de euros para mejorar esta situación.
Por último, el informe apunta que la iluminación de las carreteras tampoco es el adecuado. Así, el 82% de las luminarias en funcionamiento registran rangos inadecuados de iluminancia, casi un 40% más que en 2012. En mejores condiciones está el balizamiento, que aunque se ha deteriorado, y su valoración baja de un bien a aceptable, sigue siendo el elemento que mejor se conserva.