Los operadores logísticos facturaron 3.530 millones en 2012
Tras experimentar un moderado crecimiento en el bienio anterior, la facturación de los operadores logísticos en el año 2012 descendió un 0,6% debido a la negativa situación económica y a la bajada de actividad en los principales sectores clientes. Según datos de un estudio elaborado por la firma DBK, este sector generó un volumen de negocio de 3.530 millones de euros por servicios de almacenaje de mercancías y operaciones asociadas realizadas sobre la carga almacenada (manipulación, transporte y distribución).
La facturación derivada de la prestación de servicios de almacenaje y operaciones en almacén registró un crecimiento del 1,5%, que no fue suficiente para compensar la contracción del 2% registrada por la actividad de transporte y distribución de dichas mercancías. El sector de alimentación y bebidas reforzó su posición como el principal segmento de demanda. La facturación de los operadores logísticos a este tipo de empresas aumentó un 1,6% en 2012, lo que supuso una participación del 36% en el mercado total.
A finales de 2012 se contabilizaban 180 operadores logísticos en España, entre los que se encuentran empresas como Azkar, Carreras, Sesé, Seur, Norbert Dentressangle o Salvesen. Esta cifra disminuyó nuevamente como consecuencia del cese de actividad de diversas empresas, producida por la caída de las ventas y el deterioro de su situación financiera. El sector, con un número de 19.000 empleados, presenta una creciente concentración, reuniendo en 2012 las cinco primeras empresas el 36,5% del mercado. Las diez primeras compañías, por su parte, alcanzaron una cuota de mercado conjunta del 53,9%.
Según el informe de DBK, en los próximos años se prolongará la tendencia de concentración del sector, esperándose nuevas operaciones de fusión o adquisición de empresas, el establecimiento de alianzas y acuerdos de cara a mejorar el servicio y ampliar la cobertura, y la desaparición de operadores de pequeño y mediano tamaño.
La debilidad de la demanda y la presión sobre los precios se traducirán previsiblemente en un nuevo descenso de la facturación para 2013, que podría cifrarse en torno al 2,5%. Las principales empresas seguirán desarrollando proyectos de expansión internacional, con el fin de hacer frente a la debilidad de la demanda doméstica.