¿Mantiene el optimismo manifestado en su toma de posesión de la presidencia de Conetrans?
Veo optimismo y el incremento de actividad se está notando, con sectores que van muy bien como el de automoción que está dando volumen de actividad. Además, el consumo de combustible también está subiendo, lo que presupone también mayor volumen de actividad. No obstante, hay que tener prudencia y las empresas de transporte debemos aprender a hacer bien las cuentas y no caer en los errores del pasado.

No todo es positivo entonces…
Me preocupa el último trimestre por el parón que a nivel industrial puedan generar las elecciones generales. Hay que ser positivos y creo que la situación está mejorando y, además, se ven más camiones en la carretera. Por el contrario, los costes están subiendo algo y los precios bajando por lo que la rentabilidad de las compañías de transporte sigue muy maltrecha. Por ejemplo, el combustible ha subido en torno al 9% en los últimos meses y los precios bajan como consecuencia de los tenders que salen al mercado. Tampoco hay que olvidar que en el mercado español están entrando flotas internacionales muy potentes que afectan a las empresas españolas en determinados sectores.

¿Observa algún cambio en las posturas de los cargadores?
El cargador busca su beneficio y bajar costes como sea. Esto a veces le provoca olvidar la calidad y el compromiso de llegar a tiempo por parte de los transportistas. Los cargadores han mantenido históricamente su forma de negociar y, no nos engañemos, lo van a seguir haciendo. Por ello, los transportistas tenemos que ser inflexibles y no pasar nuestras líneas rojas y perder dinero en los servicios que hacemos. Además creo que los cargadores no son todavía conscientes de que pueden faltar camiones en un futuro próximo en el momento en que la recuperación se consolide.

En la modificación del sistema de módulos, ¿mantiene usted la posición general de CETM?
CETM siempre ha hablado de una situación transitoria en la desaparición de los módulos y permitir un límite de hasta 150.000 euros. Es verdad que a veces en el sector hemos pecado un poco de hipócritas porque no queremos autónomos pero después recurrimos a ellos para entrar en servicios que no nos son rentables. Sin duda, los grandes flotistas y logísticos han abusado de ellos. Pero sí, el sistema de módulos debe evolucionar para mejorar muchas situaciones injustas que se están dando en estos momentos.

En cuanto al desarrollo normativo pendiente para el sector, ¿qué perspectivas tiene?
Creo que el tema de pesos y dimensiones va a ser el caballo de batalla de los cargadores a partir de septiembre, por lo que los transportistas debemos pelear por nuestra rentabilidad. La negociación del III Acuerdo General Laboral del Sector es otro punto importantísimo, porque queremos legislar en Europa pero antes deberíamos preocuparnos de legislar de forma uniforme en España, porque aquí va cada Comunidad por su lado.

Y respecto al ROTT…
Espero que todo el trabajo realizado hasta ahora sirva cuando se retome este tema, aunque creo necesario seguir luchando por lograr algunas cuestiones que el sector no ha conseguido. Por ejemplo por qué los conductores de autobuses van a tener más flexibilidad para volver a su casa y los transportistas no, por qué deben tener privilegios diferentes.

¿El posible cambio político en las próximas elecciones  preocupa al sector en referencia a temas como la Euroviñeta?
Por principio somos contrarios a cualquier coste o impuesto que nos impida ser más competitivos y menos para sufragar los gastos o actividades de otros sectores que son menos productivos que nosotros. Seopan y las patronales de las constructoras están intentando solucionar sus males a costa de que el transporte pague más. En este asunto, lo primero es que se nos garantice o explique cómo podemos transferir ese gasto a nuestros clientes. Por todo ello, somos contrarios a la euroviñeta porque no queremos asumir otro extracoste que después no podemos transmitir a nuestros clientes.

Carmelo González junto a Ovidio de la Roza, anterior presidente de Conetrans

Tras acceder a la presidencia, ¿qué Conetrans se ha encontrado?
Es una organización que funciona bien pero que necesita un nuevo dinamismo. Hay que tener presente que es una confederación con algunas asociaciones provinciales que pasan por momentos complicados por su delicada situación económica. Por ello, mi objetivo de cara a septiembre es reforzar las visitas a todas las provinciales y tratar de buscar un plan de mejora o apoyo para todas.

¿Cuáles son las principales debilidades y fortalezas de Conetrans?
La fortaleza principal es el equipo directivo de la Confederación en Madrid, conocen perfectamente la organización y trabajan para mantener el puesto que tenemos de privilegio en el asociacionismo del sector. Como puntos de mejora, debemos analizar el estado real de las diferentes asociaciones provinciales y, además, tenemos un déficit de personal. De forma inmediata debemos abordar muchos aspectos relativos a la información que proporcionamos a los socios o el análisis de temas importantes con Bruselas que nos afectan. Por ello, probablemente tendremos que analizar los recursos humanos que disponemos en la organización para impulsar estos asuntos y dar mejor servicio a los socios.

En su toma de posesión habló de una posible fusión de provinciales, ¿sigue pensando en esta posibilidad para mejorar la situación de Conetrans?
Sigo manteniendo el pensamiento que expresé de apoyar la fusión de algunas provinciales porque aunque hay muchas que están muy bien organizadas con equipos gestores buenos, también es cierto que hay otras que están desestructuradas, sin presidente y sin actividad real para sus socios. Hay que analizar las debilidades de cada provincial y proceder a una fusión o unificación de esfuerzos para abordar todos los temas, sin diferenciarnos tanto por asociaciones, porque la unión hace la fuerza.

Otro asunto primordial es la renovación de los estatutos de Conetrans, pues los actuales están obsoletos y necesitan actualizarse para lograr más interlocución y trasparencia de cara a los socios y, en general, a la sociedad. Debemos ser la primera asociación que informe bien de qué pasa en el sector tanto en el ámbito nacional como internacional.

En cualquier caso, ¿es una época tranquila en el seno de Conetrans tras los periodos de tensión vividos hace pocos años?
En efecto, no veo ningún tipo de escisión o ruptura en estos mementos. Soy un hombre de consenso y de sumar e intentaré acercarme a las provinciales que en su momento abandonaron la confederación. No sé si será fácil o difícil que nos volvamos a unir pero tengo la percepción clara de unir el sector porque el grano hace el granero.

Desde un punto de vista económico, ¿cómo está la organización y cómo se puede mejorar?
Tras muchos años de mantener cuotas, en la última asamblea de Conetrans se aprobó subirlas un 2%. Es un porcentaje que puede parecer poco para algunos socios y mucho para otros en estos momentos de penuria económica pero creo que Conetrans debe aspirar a vivir de las cuotas de sus asociados en un 60%, lo cual hoy por hoy es difícil.  Mi objetivo también pasa por la necesidad de buscar nuevos socios y de tratar de clarificar lo que aporta cada uno en función de sus flotas. En definitiva, tener más transparencia y tratar que vía cuota entre más dinero en la organización y no depender tanto de los ingresos que podamos obtener de la formación a través de las subvenciones o de otras cuestiones que podamos desarrollar.

Dentro de la potenciación de la marca CETM, ¿qué papel tiene que desempeñar Conetrans?
Conetrans y el resto de organizaciones de la Confederación debemos dar un paso adelante con el objetivo de definir qué nueva organización deber ser y tener CETM en el futuro inmediato. Ahora hay un conglomerado de marcas que no me explico ni como nos aclaramos nosotros mismos. Hay que ser conscientes que las Administraciones requieren interlocutores que aporten criterios serios, de ahí que sea imprescindible que existan las diferentes asociaciones pero potenciando la marca CETM en global para todos. Es una marca a potenciar no sólo en España sino también en el extranjero porque Bruselas debe ser un punto vital en nuestro devenir inmediato. Tenemos que estar representados por nosotros mismos y no dejar los asuntos sectoriales que nos afectan en manos de otras organizaciones que se han demostrado incompetentes.